Me desnudó con gestos lentos y delicados, como se desprende una almendra verde de su tierna piel. En la neblina que saturaba el cuarto de baño, apenas distinguía sus rasgos. Sólo sus ojos me taladraban, horadando mi corazón y mi vagina, dueños de mi destino. Me dije que era una puta, pero sabía que no lo era. O a lo sumo como lo eran las diosas paganas de Imchouk, libres y fatales, locas de atar. Me enjabonó la espalda y la zona lumbar, cubrió de espuma mi pubis. El vello hurtaba mi intimidad a su mirada, pero sus dedos se apresuraron a deslizarse bajo las bragas y a separar mis pétalos, dejando al descubierto el clítoris, duro como un garbanzo, que oprimió con gesto delicado y pensativo. Yo gemí y traté de librarme de las bragas, pero él me lo impidió. Me dio la vuelta, abrazó mis muslos y me hizo arquear la espalda. Ya está, me dije, eres su juguete, su objeto. Ahora puede arrancarte la lengua, reventarte el corazón o sentarte en el trono de la reina de Saba. Tras bajarme las bragas, pegó la mejilla contra mis nalgas, abrió la raja con los dedos y paseó por ella la nariz. Yo me había vuelto líquida. Luego tomó un frasco de uno de los estantes, extrajo una gota de aceite y me perfumó el ano con él, masajeándolo largamente, hasta el punto de que olvidé mis temores, y mis músculos se iban distendiendo a medida que se precisaba el asalto de sus sabios dedos. No sabía qué quería hacerme, pero deseaba que lo hiciera. Sobre todo que no detuviese el enloquecedor movimiento circular que me abría a él, mientras mi vagina vertía su júbilo en forma de largos filamentos translúcidos.
(fragmento de LA ALMEDRA)
3 comentarios:
Ejem, muy bien descrito
un beso alhama
Pepita
jardines prohibidos o retos a los que aventurarse?
sueños en definitiva, pero los sueños son la crema de la vida...y a mi también me gusta soñar y vivir con mis sueños.
Un beso y un pálpito de libertad.
Como alguien me dijo:
VIVE TUS SUEÑOS NO SUEÑES TU VIDA.
un beso
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